Llegar a
- 16.09.2020
Una llama limpia y no hechicista se dirige en ángulo recto con la superficie pintada y, comenzando desde la punta de la llama, la presiona gradualmente contra la pared, sin llegar a la zona restauradora de la antorcha.
Una llama limpia y no hechicista se dirige en ángulo recto con la superficie pintada y, comenzando desde la punta de la llama, la presiona gradualmente contra la pared, sin llegar a la zona restauradora de la antorcha.